Él borraba con sus besos, mis lágrimas infantiles; su bondadosa brisa, siempre mantuvo mis velas desplegadas al viento del destino.
Cuando me hablaba, no me hablaba a mí. Le hablaba al destello existente en mis ojos cuando era niña; a la frescura infantil que el maquillaje nunca podrá reconquistar.
Dicen que los niños somos como diminutas esponjas hasta los 7 años. Y pues... La verdad es que las pocas virtudes que tengo, las tengo porque el fué mi modelo. Es una persona extremadamente inteligente y equilibrada, siempre con una respuesta para todo. Creo que soy algo así como una secreción de su persona, o eso me gustaría. Arrghs, es jodidamente perfecto.
Bueno, bueno, ya. No me vengan con eso de que nadie es perfecto, ustedes no lo conocen. Je. Otey... Se ha equivocado mucho, lo sé. Y pues tal vez estos últimos años lo ha hecho un poco mal... Pero, pero; phsé, no puedo olvidar todo lo que hizo por mi en el pasado, o sea, él nunca se fué a domir molesto conmigo, ya saben... es una de esas personitas que, siempre escupe un disculpa por más que cueste, o se le sale un abracito sincero. Es muy hermoso. Siempre se esforzó para que su niña estuviese feliz. Nadie puede decir que no se esforzó.
Lo considero el sólido basamento de mi universo, y siempre le estaré agradecida por todo lo que hizo por mi. Hoy cumple 42 añitos, ya está viejo. Ji.
Ay, gracias por ser, por nacer, por estar. El único hombre que siempre me amará.
Mi pá.
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